《陰影頌》,1969 elogio de la sombra布宜諾斯艾利斯| 我們都重回此地!

《陰影頌》,1969 elogio de la sombra布宜諾斯艾利斯| 我們都重回此地!

《陰影頌》,1969

Elogio de la sombra

布宜諾斯艾利斯

布宜諾斯艾利斯會是什麼?

它是五月廣場,在這個大陸上征戰之後,疲憊與歡樂的人們都重回此地。

它是越來越大的燈火之迷宮,我們從飛機上望見它,下面是屋頂平臺,步道,最深處的庭院,寂然無聲的事物。

它是里科萊塔的牆垣,我的一個祖先曾經在它面前被處死。

它是胡寧街的一株大樹,給予我們陰影與清涼而一無所知。

它是一條有低矮屋舍的長街,被夕陽所隱沒與轉變。

它是土星號和宇宙號[1]啟航的南碼頭。

它是金塔納的步道,我已經失明的父親曾在那裡流下淚水,因為他看見了古老的星辰。

它是一扇有號碼的門,在它的後面,在黑暗裡,我曾度過了十個白晝和十個夜晚,一動不動,在記憶裡只是一瞬間的晝與夜。

它是那個重金屬鑄成的騎手,從高處投下他的陰影迴圈的軌跡。

它是雨中的同一個騎手。

它是秘魯街的一個街角,胡利奧·塞薩爾·達波維[2]曾在那裡對我們說過一個人能夠犯下的最重的罪是生下一個兒子而判決他度過可怕的此生。

它是埃爾維拉·德·阿爾維亞爾,在精心的筆記簿裡寫一部長篇小說,

它一開始由詞語構成,到結尾成了不可解讀的模糊字跡。

它是諾拉的手,描畫著一個女友的面容,那也是一個天使的臉。

它是一把曾在戰爭中服役的劍,與其說是一件武器不如說是一段回憶。

它是一枚褪了色的勳章或一幅磨蝕了的銀板照相,屬於時間的事物。

它是我們離開一個女人的日子和一個女人離開我們的日子。

它是波利瓦爾街那個望得見圖書館的拱門。

它是圖書館裡的那個房間,在那裡,大約1957年,我們發現了粗礪的撒克森語言,勇氣與悲壯的語言。

它是隔壁的那一間,保羅·格魯薩克在那裡死去。

它是再現我父親的臉的最後一面鏡子。

它是我看見落在塵埃裡的基督的臉,被砸得粉碎,在仁悲聖母堂[3]的一間中庭裡。

它是南區一間高處的屋子,我妻子[4]和我曾在那裡翻譯惠特曼,但願他浩大的嗓音在這一頁裡迴響。[5]

它是盧貢內斯,從火車的車窗裡看見消失的形體,想到他已不再揹負將它們永遠化作文字的責任,因為這將是最後的旅程。

它是,在闃無人跡的夜裡,十一日的某個街角,馬塞多尼奧·費爾南德茲,如今已死去,仍在向我解釋死亡是一個謬誤。

我不想再繼續下去了;這一切太過於個人,太過於是它們本身,以致無法也成為布宜諾斯艾利斯。

布宜諾斯艾利斯是另一條街,我從未踏足的那條,是街區秘密的中心,那些最深處的庭院,是門面所隱藏的,是我的敵人,假設我有的話,是那個不喜歡我的詩歌的人(我也不喜歡),是我們或許進去過而已被我們遺忘了的不起眼的書店,是那一段被口哨吹出來的米隆加,我們辨不出是哪首而依舊被它觸動,是已經湮滅和將會湮滅的一切,遙遠的,陌生的,偏僻的,不屬於你也不屬於我的街區,我們不知道而又愛著的一切。

[1] El Saturno,el Cosmos,19世紀末至20世紀初在布宜諾斯艾利斯和蒙得維地亞之間擺渡的蒸汽船。

[2] Julio César Dabove,阿根廷作家,生卒不詳。

[3] La Piedad,布宜諾斯艾利斯的教堂,建於1895年。

[4] 指埃爾莎·阿斯泰特·米楊(Elsa Astete Millán,1911-2011),1967年與博爾赫斯結婚,1970年離婚。

[5] 本行在2012年版《博爾赫斯詩歌總集》中被刪除。

它是南區一間高處的屋子,我妻子和我曾在那裡翻譯惠特曼,但願他浩大的嗓音在這一頁裡迴響。

——博爾赫斯|陳東飈 譯

—Reading and Rereading—

Buenos Aires

¿Qué será Buenos Aires?

Es la Plaza de Mayo a la que volvieron, después de haber guerreado en el continente, hombres cansados y felices。

Es el dédalo creciente de luces que divisamos desde el avión y bajo el cual están la azotea, la vereda, el último patio, las cosas quietas。

Es el paredón de la Recoleta contra el cual murió, ejecutado, uno de mis mayores。

Es un gran árbol de la calle Junín que, sin saberlo, nos depara sombra y frescura。

Es una larga calle de casas bajas, que pierde y transfigura el poniente。

Es la Dársena Sur de la que zarpaban el Saturno y el Cosmos。

Es la vereda de Quintana en la que mi padre, que había estado ciego, lloró, porque veía las antiguas estrellas。

Es una puerta numerada, detrás de la cual, en la oscuridad, pasé diez días y diez noches, inmóvil, días y noches que son en la memoria un instante。

Es el jinete de pesado metal que proyecta desde lo alto su serie cíclica de sombras。

Es el mismo jinete bajo la lluvia。

Es una esquina de la calle Perú, en la que Julio César Dabove nos dijo que el peor pecado que puede cometer un hombre es engendrar un hijo y sentenciarlo a esta vida espantosa。

Es Elvira de Alvear, escribiendo en cuidadosos cuadernos una larga novela, que al principio estaba hecha de palabras y al fin de vagos rasgos indescifrables。

Es la mano de Norah, trazando el rostro de una amiga que es también el de un ángel。

Es una espada que ha servido en las guerras y que es menos un arma que una memoria。

Es una divisa descolorida o un daguerrotipo gastado, cosas que son del tiempo。

Es el día en que dejamos a una mujer y el día en que una mujer nos dejó。

Es aquel arco de la calle Bolívar desde el cual se divisa la Biblioteca。

Es la habitación de la Biblioteca, en la que descubrimos, hacia 1957, la lengua de los ásperos sajones, la lengua del coraje y de la tristeza。

Es la pieza contigua, en la que murió Paul Groussac。

Es el último espejo que repitió la cara de mi padre。

Es la cara de Cristo que vi en el polvo, deshecha a martillazos, en una de las naves de la Piedad。

Es una alta casa del Sur en la que mi mujer y yo traducimos a Whitman, cuyo gran eco ojalá resuene en esta página。

Es Lugones, mirando por la ventanilla del tren las formas que se pierden y pensando que ya no lo abruma el deber de traducirlas para siempre en palabras, porque este viaje será el último。

Es, en la deshabitada noche, cierta esquina del Once en la que Macedonio Fernández, que ha muerto, sigue explicándome que la muerte es una falacia。

No quiero proseguir; estas cosas son demasiado individuales, son demasiado lo que son, para ser también Buenos Aires。

Buenos Aires es la otra calle, la que no pisé nunca, es el centro secreto de las manzanas, los patios últimos, es lo que las fachadas ocultan, es mi enemigo, si lo tengo, es la persona a quien le desagradan mis versos (a mí me desagradan también), es la modesta librería en que acaso entramos y que hemos olvidado, es esa racha de milonga silbada que no reconocemos y que nos toca, es lo que se ha perdido y lo que será, es lo ulterior, lo ajeno, lo lateral, el barrio que no es tuyo ni mío, lo que ignoramos y queremos。

陳東飈 翻譯及其他

題圖:博爾赫斯

在布宜諾斯艾利斯

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